Nos salvará la creación colectiva (Paul B. Preciado)

Filósofo y escritor español, autor de 'Un apartamento en Urano. Crónicas del cruce' (Anagrama)

“Solo una nueva alianza de luchas transfeministas, anti-coloniales y ecologistas puede proponer la mutación epistémica y política necesaria”

La situación es bifronte. Pesimismo paranoico o utopismo maniaco. Ya antes de la crisis de la covid-19, el capitalismo patriarco-colonial había entrado en un proceso insostenible de destrucción de la vida en el planeta. Hasta ahora, las sociedades del sur globalizado y los cuerpos sexualizados y racializados (tanto del norte como del sur) eran aquellos de los que se extraía vida y valor, mientras que la acumulación se producía en el norte. La pandemia ha desplazado las consecuencias necropolíticas de este sistema de producción y reproducción de la vida a los centros de poder del norte.

La crisis es un laboratorio político global para extender a la totalidad de la población técnicas extremas de militarización de la vida cotidiana y de control: televigilancia y biocontrol son la otra cara del teletrabajo y de la prevención digital. Nos enfrentamos a la expansión de formas de tecno-totalitarismo, al mismo tiempo que las fuerzas reaccionarias utilizan la crisis para reavivar los discursos neofascistas.
La respuesta no puede venir ni de una amplificación tecno-neoliberal del capitalismo, ni de una vuelta a las formas de segmentación del poder patriarco-colonial. Unos quieren acelerar. Los otros dar marcha atrás. Sin embargo, ninguno de esos proyectos representa una alternativa. Sólo una nueva alianza de luchas transfeministas, anticoloniales y ecologistas puede proponer la mutación epistémica y política necesaria. Es preciso negarse a volver a la normalidad porque la normalidad es el problema, no la solución. La normalidad de la destrucción ecológica y de la explotación capitalista y patriarco-colonial es el problema, no la solución. Las instituciones (escuela, fábrica, ejército, policía, museo, prisión, residencia de ancianos…) y las formas tradicionales de hacer política son el problema, no la solución. Solo el arte puede salvarnos. Por arte entiendo una praxis creativa colectiva que re-invente instituciones sociales y modos de reproducción de la vida sobre el planeta. Implosión o revolución.

(El País)